Amor, amor, amor
que tienes tú que me enloqueces,
que cuando tus brazos me tocan
pierdo todo el sentido.
Qué pasaría si fueras un sueño
que en la noche te buscara
pero no te encontrara,
que llegando a la madrugada
amaneciera y tu desaparecieras.
Pero no era así
porque sin que nadie se diera cuenta
nuestro amor iba creciendo,
nos fue invadiendo poco a poco
era algo que por primer vez
nuestras almas estaban sintiendo.
Como un árbol se va llenando
con hojas nuevas en la primavera,
nuestros corazones de nuevas emociones
se nutrían aunque no las comprendieran.
Sonidos, colores, aromas, sensaciones
todo para nosotros era una novedad,
la novedad del amor simple y puro
que iluminaba nuestro camino en la oscuridad.
Mientras el mundo seguía girando
para nosotros el tiempo se había detenido,
nuestros sentidos se agudizaron tanto
que ya no formábamos parte de la realidad
sino que teníamos un universo propio.
Tú carita sonriente estaba junto a mi
amanecer a tu lado era un sueño
con el calor envolviendo nuestros cuerpos
solamente con el tiempo
y la noche como únicos testigos.
