CONDENA
Sentados en el banquillo
dos enamorados esperaban,
que el jurado decidiera
un castigo que no imaginaban.
Al juez le pidieron
una clara explicación,
cuál era su pecado
cuál fue su terrible error.
La respuesta fue tajante
su pecado era el amor,
un amor tan puro y sincero
que nunca tendría perdón.
Se amaban más allá de todo
sus corazones eran un solo latir,
sus almas jugaban en el éter
y algo así no debía existir.
El jurado entregó el veredicto
y el juez de pie lo leyó,
se los declaraba culpables
pero lo peor aún no llegó.
La condena fue implacable:
“su castigo es la separación,
más allá del tiempo y el espacio
más allá de toda ilusión”.
“Uno vivirá y el otro morirá
y nunca se volverán a ver”,
ellos se abrazaron hechos pedazos
era un castigo en extremo cruel.
Entre lágrimas y gritos desesperados
los enamorados fueron separados,
todo su mundo fue destruido
todo su sueño fue olvidado.
Fueron más allá del limite
de un amor que seguirá en la eternidad,
algún día volverán a encontrarse
algún día se volverán a besar.
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